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前紐約警官非法擔任中國代理人 被判入獄1年半

El ex policía jubilado de Nueva York, Michael McMahon, ha sido condenado hoy a un año y medio de prisión por actuar ilegalmente como agente chino y participar en el plan “Operación Foxhunt” para deportar a ciudadanos estadounidenses a China.

McMahon, de 64 años, fue declarado culpable de conspiración para actuar como agente extranjero no registrado y de mentir a las autoridades federales sobre sus actividades. Según los fiscales, durante más de una década, McMahon trabajó para el gobierno chino reclutando a ciudadanos estadounidenses para que fueran deportados a China y enfrentaran cargos penales allí.

La “Operación Foxhunt” es un controvertido programa del gobierno chino que busca a personas que han huido del país y los obliga a regresar para enfrentar la justicia. Según las autoridades estadounidenses, este programa es utilizado por el gobierno chino para perseguir a disidentes políticos y otros críticos del régimen.

Durante el juicio, se reveló que McMahon había recibido pagos de hasta $ 200,000 por su papel en la “Operación Foxhunt”. También se descubrió que había viajado a China en varias ocasiones y había mantenido contacto con funcionarios del gobierno chino.

La sentencia de un año y medio de prisión para McMahon envía un mensaje claro de que Estados Unidos no tolerará a aquellos que actúan como agentes extranjeros no registrados y ponen en peligro la seguridad nacional. El juez que dictó la sentencia afirmó que la conducta de McMahon era “peligrosa” y “poco ética”.

Además de su condena de prisión, McMahon también deberá pagar una multa de $ 10,000 y cumplir tres años de libertad supervisada después de su liberación. Durante ese tiempo, se le prohibirá tener contacto con funcionarios del gobierno chino y se le exigirá que informe cualquier actividad relacionada con agentes extranjeros.

La condena de McMahon es una victoria para el gobierno estadounidense en su lucha contra la interferencia extranjera en sus asuntos internos. También envía un mensaje claro a aquellos que puedan estar tentados a trabajar como agentes extranjeros no registrados en el futuro.

En su declaración final antes de la sentencia, McMahon se disculpó por sus acciones y dijo que había sido “engañado” por el gobierno chino. Sin embargo, el juez señaló que McMahon era un oficial de policía experimentado y debería haber sabido mejor que involucrarse en actividades ilegales.

En conclusión, la condena de Michael McMahon es una clara señal de que Estados Unidos no tolerará la interferencia extranjera en sus asuntos internos. Esperamos que esta sentencia sirva como una advertencia para aquellos que puedan estar tentados a actuar como agentes extranjeros no registrados en el futuro. La seguridad nacional es una prioridad y cualquier persona que la ponga en peligro será llevada ante la justicia.

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